Es un repertorio de clásicos de la salsa que han sido transformados, reinventados, renovados, rearmonizados y, sin exagerar, reinmortalizados por el “big band” del pianista y maestro arreglista Javier Fernández.
“Para mí, esos son los cuatro soneros. Para mí, el más grande de todos los tiempos es Ismael Rivera. Creó esa forma libre de cantar e improvisar con fluidez y con rabia. Chamaco es la joya de la corona, pero malograda por su poco tiempo y espacio para desarrollarse. De Cheo, debo decir que después de escoger a Marvin, Chamaco e Ismael, me faltaba uno. Pensé en Pete ‘Conde” Rodríguez, pero sentía que no iba a ser sincero con mi gusto. Llamé al pianista Leny Prieto y me comentó que no podíamos dejar fuera a Cheo, a quien yo veía en la línea de Tony Bennett y Frank Sinatra. Pero Leny me convenció y lo puse. Los cuatro soneros que incluyo responden a un gusto personal mío y la intención no es debatir”.A manera de una primicia para la Fundación Nacional para la Cultura Popular, Fernández explicó que “Tributo a los Soneros” es un reconocimiento a la aportación de Ismael Rivera, Cheo Feliciano, Marvin Santiago y Chamaco Ramírez al pentagrama salsero.
Fernández delegó las interpretaciones en los cantantes Héctor ‘Pichie’ Pérez, Herman Olivera, José Alberto ‘El Canario’ y Osvaldo Román. “Escribí los arreglos para esos cantantes sin haber hablado con ellos. Estuve convencido de que participarían”, explica el pianista, cuyo cantante favorito es el Sonero Mayor, cuyo disco “Danger”, con Cortijo y Rolando Laserie, escuchó hasta la saciedad durante su juventud.
Herman recuerda a Cheo con una arrolladora versión de “Busca lo tuyo” y con el mosaico de “No coman cuento”, “Bailadores” y “Oriente”, de su época con Joe Cuba. Los otros clásicos de la salsa que interpretan Herman, Osvaldo Román, Pichie Pérez y José Alberto ‘El Canario” son “El títere”, “No quiero piedras en mi camino”, el bolero “Un minuto de silencio”, “El niche”, “Si estás herido”, “Me está que se hace” y el popurrí de “La picúa”, “Fuego a la jicotea” y “La buruquena de Doña Inés”, en honor del Sonero del Pueblo.
Cada interpretación orquestal y vocal resulta una experiencia nueva, refrescante y muy simpática. La composición “Busca lo tuyo” de Marcelino Guerra, grabada por Cheo en 1968 en el elepé “Champagne” de Eddie Palmieri, es el mejor ejemplo. Una versión que dista de la original y de la que Gilberto Santa Rosa estampó en “Tribute To Mesiah”, producido por Jorge Millet. La presente, de vanguardia, es clase aparte.
“Lo que hace estas canciones diferentes es el timbre de voz de los cantantes y, por supuesto, los arreglos para orquesta grande. Tengo tres secciones en los ‘brass’ y así puedo llenar muchas bases. El arreglo siempre va a sonar diferente porque esas canciones originalmente fueron hechas con orquestas más reducidas, con cinco metales como mucho y aquí tengo trece”.
Javier Fernández presentará, como hizo con “The Eternal Classic I”, disco reconocido entre los más sobresalientes de 2014 por la Fundación Nacional para la Cultura Popular, un concierto de “Tributo a los Soneros” con sus cuatro cantantes invitados. Por lo pronto, le ocupa la distribución del cedé que estrena el 2017 con una nota de excelencia.
“Hasta ahora no hay nada concreto en Downtown en Hato Rey porque está cerrado. Puede tomar un poco tiempo porque ensayar toda esa música para tocarla en vivo son otros veinte pesos. No es lo mismo grabarla, sin prisa, que tocarla en vivo. Para tocar ese repertorio tienen que ser los mejores. Se tienen que alinear los talentos para que eso suceda. Pero esperamos en Dios que lo vamos a hacer”.
Por segunda ocasión, Javier compartió la interpretación del piano con su hijo Javy, quien a su vez se encargó de la ingeniería de grabación y mezcla, logrando un sonido de alta fidelidad y nitidez.
“Javy es el productor de los dos discos. Es un excelente pianista. Desde pequeño ha sido muy bueno. La otra vez yo grabé un tema al piano y él hizo los otros. Esta vez yo toqué tres y él cinco”.
En la dedicatoria de “Tributo a los Soneros”, el maestro Javier Fernández reconoce las influencias de René Hernández, Lito Peña, José Febles, Perico Ortiz, Bobby Valentín y José Lugo, con quien colaboró en uno de los arreglos de su proyecto “Guásabara Big Band” en 2008.
“Esos son los mejores arreglistas de esta música. A don Lito le tengo un gran respeto y a Bobby, que para mí, es el arreglista más grande de esta música. Don René, Lito y Perico son gente que admiro mucho porque trabajan muy bien el concepto de esta música. Hay muchos arreglistas buenos, pero para mí estos son los del enfoque que en verdad se le debe dar a esta música. Estos son los grandes maestros”.
Por Jaime Torres Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
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