“El Pacífico ha encontrado una puerta importante a la que mucha gente se ha asomado en el último tiempo para ver su esencia. Es una riqueza que siempre ha estado ahí, pero que hasta ahora contagia, y tiene que ver con la salsa y el folclor, y con todo lo que somos los de nuestra etnia”.
Así habla Willy García de su región. El salsero, nacido en Buenaventura, es uno de los músicos más reconocidos de la zona y anda por estos días promocionando su nueva canción, Escápate conmigo, hecha toda en el Valle del Cauca, desde la música y la letra hasta el video, grabado en Cali y Palmira. “Me encantó hacerlo. Yo me sentía como si actuara en Los Dukes de Hazzard (serie estadounidense emitida entre 1979 y 1985) por las imágenes en los carros”
“Esta canción hace parte del álbum De mil maneras y es una fusión de salsa romántica con golpe urbano, es un tema que se puede dedicar y, además, tiene un mensaje pícaro”, dice García.
Nacido en 1971 y el exintegrante del grupo Niche y La Suprema Corte, entre otros conjuntos, opina que la música urbana es un “movimiento importante que les ha permitido a muchos jóvenes mostrar su estilo, sus voces y su forma de ver la vida”.
Agrega que no pelea con los nuevos movimientos porque en algún momento, los salseros lucharon por tener su propio espacio e hicieron un gran esfuerzo por conseguirlo y mantenerse.
Esta canción hace parte del álbum De mil maneras y es una fusión de salsa romántica con golpe urbano, es un tema que se puede dedicar y, además, tiene un mensaje pícaro
“Ellos en su tiempo y nosotros en el nuestro, pero siempre buscando lo mejor”.
Eso sí, es importante el mensaje, y para él, músicos como Residente están entre los que mejor lo expresan.
El salsero sigue adelante con su fundación Yo Tengo Fe, que busca apoyar a los jóvenes. “Ya estamos en la recta final de la sede, que es donde van a estar la escuela y el estudio de grabación. Es un sueño que se hace realidad en Buenaventura, y ya lo veo reflejado en la mirada de esperanza de los muchachos que, como yo, necesitaron de alguien que les prestara atención”.
García comenta que por estos días se siente muy ansioso de que ya todo esté listo en la casa de la fundación (que nació hace cuatro años) para mostrarle al mundo que lo que se necesita en los rincones donde hay cosas difíciles son oportunidades.
“Los que antes veían a un rapero como un loco y un gamín, y a uno que practicaba fútbol le decían que eso no era trabajo, hoy no caben, porque lo que debemos mirar es el talento”.
La casa de la fundación está en el mismo lote donde estaba la residencia de su mamá y sus hermanos, “donde yo vivía de niño, y al lado de la de mí tía. Se encuentra en el barrio Lleras de Buenaventura”.
García cuenta que antes de empezar la construcción citaron a varios niños, el 6 de enero pasado; “les llevamos guitarras y regalos a los muchachos, y les contamos que ahí iba a quedar la sede. Ellos han sido pacientes, y ya casi les vamos a dar lo mejor”, dice el músico.
Fuente: El Tiempo